Viaja, vete lo más lejos que puedas
Viaja, vete lo más lejos que puedas y lleva tu maleta totalmente vacía, vive la experiencia, llénala de recuerdos, de gente nueva y de sonrisas que no entienden de razas ni colores. Extiéndele la mano a todo aquel que te reciba en su tierra y no dejes que tus esquemas te alejen de conocer todo lo nuevo que encuentres a tu paso.
Recorre con la mirada las vías del tren, imagina todo lo que te podría haber contado ese autoestopista, mira por encima del hombro las nubes, o camina sin mirar atrás, viaja como quieras pero HAZLO!!
Despiértate desorientado en Oviedo con el ruido del Mercado de Fontán de fondo y rompe a reír cuando recuerdes que no te has perdido, que son tus vacaciones y que ya es hora de empezar a vivirlas.
Disfruta del aire que respiras en cada lugar e interioriza la manera en la que este cambia a medida que el tiempo pasa, puedes empezar por el Cantábrico, desnúdate y deja que el mar te bañe como cuando eras niño, el paseo marítimo de Santander te estará esperando luego.
Hazlo, sal sin tu móvil, piérdete sin miedo, improvisa, descubre un sitio por equivocación, deja que un chaparrón repentino te cale y corre al abrigo de uno de los bares que se esconden en las más de 20 rutas de Pintxos de Vitoria-Gasteiz, conocerás a personas con las que jamás hubieses esperado sorprenderte tanto.
Allá donde vayas haz lo que vieres, pide los platos típicos, aquellos que la gente no se cansa de comer, saborea la cultura, la tradición y sus ingredientes, conoce como cocinan las abuelas en Galicia y chúpate los dedos.
Siéntete parte de ellos, baila sus canciones, aprende su lengua, vive sus vidas, deja que ellos conozcan la tuya y llora al irte, deja que las lágrimas y los abrazos sean testigos del amor que acabas de sentir por la tierra que te rodea y encuentra el significado de la MORRIÑA.
Descubre como un lugar puede darte la paz y la tranquilidad que buscabas. Calas de agua cristalina en Palma de Mallorca o la historia que rodea la Plaza Mayor de Salamanca, de donde no puedes irte sin probar su tapeo.
Nosotros ya hace mucho que hemos emprendido este viaje y hoy te invitamos a que lo hagas tú. Con el tiempo hemos ido llenando nuestra maleta de tradición, cultura de buena mesa y sabor. Hemos trabajado cada día para servirte este viaje en nuestra carta y nuestros restaurantes, acercándote un poco más a las culturas y tradiciones culinarias de las que te hablamos.
Cómete el mundo sin miedo a engordar tu alma.
